¿Qué mantenimiento necesita un descalcificador de agua?

La dureza del agua es distinta en cada región y depende de las características del terreno que filtra el agua de la lluvia antes llegar a los acuíferos subterráneos. El Agua dura es la que contiene altas cantidades de calcio y magnesio en forma de sales, responsables de la formación de incrustaciones de cal.

Las incrustaciones forman una capa en el interior de conductos o tuberías, calentadores de agua, calderas y accesorios, provocando una progresiva pérdida de eficiencia y contribuyendo a su deterioro prematuro. También ocasionan manchas en sanitarios, griferías, mamparas y vehículos, desluciendo su brillo y deteriorando su capa exterior. Afortunadamente, los sistemas de descalcificadores acaban con estos problemas, pero debemos tener muy en cuenta su mantenimiento, ya que sin un mantenimiento adecuado, estos aparatos no pueden cumplir con su función y el resultado será nulo.

Para garantizar su buen funcionamiento, se precisa de un correcto mantenimiento periódico. Se debe sustituir el cartucho de pre-filtración, reponer la sal regenerarte del depósito de manera regular. Esto es muy importante porque si el descalcificador se queda sin sal, las regeneraciones serán ineficaces y el agua no se descalcificará. Esta revisión debe hacerse por lo menos una vez al mes siempre en función del consumo de agua si el descalcificador es volumétrico y lo ideal es que el nivel de sal se mantenga aproximadamente a medio depósito. Si la instalación cuenta con un cartucho de polifosfatos para evitar la corrosión, éste debe revisarse para recargarlo en caso de que se encuentre agotado. A parte de lo que hemos mencionado, recomendamos realizar una revisión anual del apartado por un profesional cualificado.

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La dureza del agua es distinta en cada región y depende de las características del terreno que filtra el agua de la lluvia antes llegar a los acuíferos subterráneos. El Agua dura es la que contiene altas cantidades de calcio y magnesio en forma de sales, responsables de la formación de incrustaciones de cal.

Las incrustaciones forman una capa en el interior de conductos o tuberías, calentadores de agua, calderas y accesorios, provocando una progresiva pérdida de eficiencia y contribuyendo a su deterioro prematuro. También ocasionan manchas en sanitarios, griferías, mamparas y vehículos, desluciendo su brillo y deteriorando su capa exterior. Afortunadamente, los sistemas de descalcificadores acaban con estos problemas, pero debemos tener muy en cuenta su mantenimiento, ya que sin un mantenimiento adecuado, estos aparatos no pueden cumplir con su función y el resultado será nulo.

Para garantizar su buen funcionamiento, se precisa de un correcto mantenimiento periódico. Se debe sustituir el cartucho de pre-filtración, reponer la sal regenerarte del depósito de manera regular. Esto es muy importante porque si el descalcificador se queda sin sal, las regeneraciones serán ineficaces y el agua no se descalcificará. Esta revisión debe hacerse por lo menos una vez al mes siempre en función del consumo de agua si el descalcificador es volumétrico y lo ideal es que el nivel de sal se mantenga aproximadamente a medio depósito. Si la instalación cuenta con un cartucho de polifosfatos para evitar la corrosión, éste debe revisarse para recargarlo en caso de que se encuentre agotado. A parte de lo que hemos mencionado, recomendamos realizar una revisión anual del apartado por un profesional cualificado.