El revestimiento de la piscina es un aspecto estético fundamental para el disfrute de la misma. No es bueno tener manchas de óxido en la piscina.

Con la construcción de forma poco profesional en muchas instalaciones, se han cometido muchos errores que han provocado con posterioridad la aparición de defectos constructivos, que afectan estéticamente a nuestra piscina.

Tenemos unas manchas de óxido que no desaparecen de la superficie de los grexits.

Esto es debido a una construcción defectuosa, dejando la ferralla de la estructura de la piscina muy próxima al exterior del vaso, lo que hace que con los meses o años y a consecuencia del agua y productos químicos se oxiden y generen manchas antiestéticas sobre los revestimientos de la piscina.

Los pasos para reparar manchas de óxido en la piscina son los siguientes:

Primero: Detectar las zonas afectadas.

Segundo: Descubrir las zonas de trabajo, hasta encontrar esa parte metálica que genera las manchas en el revestimiento. Normalmente se detecta que esa ferralla.

Tercero: Intentar aumentar la distancia de la ferralla a la superficie, para ganar mayor profundidad de una capa de mortero y revestimiento con lámina kerdi.

Quinto: Dar una lechada al vaso de la piscina con el propósito de igualar las juntas entre los gresites.

El mayor problema de todo esto ya no solo son los trabajos de picar, revestir, etc., sino el tener que vaciar  la piscina, siendo un gasto directo en la factura del agua del cliente.

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